En un mundo cada vez más globalizado, muchas empresas buscan que sus marcas transmitan modernidad, internacionalización y diferenciación. Por eso es frecuente encontrar marcas que utilizan palabras extranjeras: en inglés, francés, japonés o incluso en chino.
Pero surge la duda: ¿es legal registrar una marca con una palabra en otro idioma? ¿Y qué ocurre si ese término ya existe en el mercado al que quiero expandirme?
La respuesta es sí… pero con matices.
Es posible, pero hay limitaciones
Registrar una marca con una palabra en otro idioma es completamente viable desde el punto de vista legal, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Los problemas suelen aparecer en tres escenarios principales:
- La palabra ya está registrada en el país de destino
Aunque en tu país de origen no exista conflicto, la marca podría estar registrada en otro mercado. Si quieres expandirte, ese registro previo puede bloquearte. - Es un término descriptivo o genérico en el idioma local
Una palabra en inglés como “Beauty Cream” o en francés como “Parfum” no será aceptada en la UE porque describe directamente el producto, careciendo de distintividad. - Connotaciones culturales o lingüísticas negativas
Una marca puede sonar bien en un idioma, pero tener un doble sentido problemático en otro. Esto no solo complica el registro, sino que puede generar un impacto reputacional.
Caso conocido: Burger King en Australia
Uno de los ejemplos más célebres es el de Burger King.
Cuando la cadena de comida rápida estadounidense quiso expandirse a Australia, descubrió que la marca “Burger King” ya estaba registrada en ese país por una pequeña empresa local.
La compañía se vio obligada a buscar una alternativa y, tras consultar con su franquiciado australiano, eligieron el nombre Hungry Jack’s, que hoy en día es la marca bajo la que Burger King opera en Australia.
Este caso demuestra cómo un registro previo puede condicionar toda una estrategia de marca a nivel internacional.
¿Qué recomienda INGENIAS?
Antes de registrar una marca con una palabra extranjera, recomendamos:
- Analizar el significado y las connotaciones culturales del término en cada país clave.
- Realizar búsquedas internacionales previas para evitar conflictos con registros existentes.
- Evaluar la pronunciación y percepción: que no resulte confusa, difícil de recordar o con resonancias negativas.
- Comprobar si es descriptiva, genérica u ofensiva en el mercado de destino.
Conclusión
Una palabra extranjera puede dar un aire internacional y atractivo a tu marca, pero también puede convertirse en un obstáculo legal o cultural si no se gestiona con cuidado.
En INGENIAS te acompañamos en todo el proceso: desde la búsqueda internacional hasta el análisis lingüístico y legal en cada mercado, para garantizar que tu marca esté protegida y preparada para crecer globalmente.