España es un país donde la gastronomía es casi una religión. Desde las cervezas artesanas más innovadoras hasta salsas picantes caseras y alternativas veganas, cada día surgen startups convencidas de que poseen “el próximo gran sabor”.
El mercado de alimentos y bebidas está creciendo rápidamente, impulsado por consumidores que buscan experiencias nuevas y auténticas. Sin embargo, con tanta innovación, proteger tus creaciones se vuelve crucial.
En Ingenias, la pregunta más frecuente de los emprendedores de FoodTech es:
“Tengo una receta única, la fórmula de la abuela mejorada con tecnología actual. ¿Cómo puedo patentarla?”
Probablemente no quieras patentarla, y te explicamos por qué.
Sobre las patentes en gastronomía
Para obtener una patente, además de divulgar cómo se hace tu producto, la receta debe cumplir con requisitos legales de novedad e inventiva. Esto significa que no puede ser una simple mejora de algo que ya existe, ni un secreto tradicional.
Aunque obtengas la patente, la información se hace pública. El Estado te concede derechos exclusivos durante 20 años, pero al expirar, cualquier competidor puede reproducir tu receta legalmente, sin pagar ni infringir la ley.
Este riesgo es especialmente relevante en FoodTech, donde los productos pueden copiarse con facilidad y las tendencias cambian rápidamente.
La sabiduría de Coca-Cola: Secreto Empresarial (Trade Secret)
¿Alguna vez te has preguntado por qué Coca-Cola nunca patentó su famosa fórmula?
Si lo hubieran hecho en 1886, la patente habría expirado en 1906. Desde entonces, cualquier marca blanca podría haber vendido “Coca-Cola auténtica”.
En cambio, Coca-Cola eligió proteger su fórmula como secreto empresarial, una estrategia que ofrece dos ventajas clave:
- Sin fecha de caducidad: mientras mantengas el secreto, sigue siendo tuyo.
- Sin necesidad de registro público: no necesitas divulgar los ingredientes a ninguna autoridad.
Esta estrategia ha permitido que la fórmula de Coca-Cola siga intacta incluso más de un siglo después.
Lecciones para emprendedores de FoodTech: no siempre es necesario registrar todo; proteger estratégicamente lo más valioso puede ser más eficaz y sostenible.
Cómo proteger tu receta y tu marca
Si decides no patentar tu producto, en Ingenias recomendamos una combinación de NDAs, medidas internas de seguridad y registro de marca:
- Acuerdos de confidencialidad (NDA)
Los empleados, proveedores y fabricantes deben firmar contratos que prohíban divulgar la receta. Un buen NDA no solo especifica qué información es confidencial, sino también las consecuencias legales si se incumple.
- Medidas internas de protección
Limitar el acceso a la receta, dividir procesos entre distintas áreas de producción y usar sistemas de control de información son prácticas que refuerzan la confidencialidad.
- Registro de marca (Trademark)
No puedes impedir que alguien haga una salsa de tomate similar, pero sí puedes proteger nombre, logo y diseño del envase, evitando confusión entre consumidores y construyendo lealtad de marca.
Riesgos y precauciones
Incluso con NDAs y marcas registradas, existen riesgos:
- Empleados desleales: la vigilancia y formación son clave para que comprendan la importancia de la confidencialidad.
- Filtraciones externas: proveedores o plantas de producción deben ser seleccionados cuidadosamente y firmar acuerdos claros.
- Competencia legalmente ingeniosa: la protección de marca no impide copiar la receta, solo la identidad visual.
Por eso, la estrategia legal debe combinar prevención, contratos claros y registro de marca, asegurando que tu ventaja competitiva permanezca protegida.
Cómo puede ayudarte Ingenias
En Ingenias no cocinamos por ti, pero sí sabemos cómo proteger tu esfuerzo:
- Redactamos cláusulas de confidencialidad y NDAs a medida para tus recetas y procesos.
- Gestionamos el registro de tu marca, protegiendo tu identidad visual.
- Asesoramos sobre estrategias combinadas de protección, equilibrando secretos empresariales y propiedad intelectual.
No dejes que tu ingrediente secreto deje de ser secreto. Protege tu fórmula, tu marca y tu ventaja competitiva desde el primer día.