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Cada mes de octubre, muchas marcas aprovechan el atractivo de Halloween para lanzar campañas especiales, decorar sus productos o vestir de “terror” sus redes sociales. Sin embargo, lo que debería ser una acción creativa y divertida puede convertirse en una pesadilla jurídica si no se tienen en cuenta los derechos de propiedad intelectual.

 

En este artículo repasamos los principales riesgos relacionados con marcas y derechos de autor, ejemplos de conflictos pasados y algunos consejos prácticos para garantizar que tu creatividad no se convierta en un susto legal.

 

Elementos protegidos: no todo vale en Halloween

 

Aunque calabazas, fantasmas y murciélagos forman parte del imaginario popular y pueden usarse libremente, otros elementos están protegidos por derechos de autor o marcas registradas. Algunos ejemplos:

  • Personajes de películas o series: disfrazar a tu mascota de “Chucky” o incluir la imagen de “Jack Skellington” en una campaña puede vulnerar derechos de autor.
  • Ilustraciones y gráficos específicos: ciertos diseños creados por artistas están registrados y su uso sin licencia constituye infracción.
  • Marcas comerciales: logotipos, nombres de franquicias y hasta ciertos eslóganes están protegidos como marca registrada.

Casos que se convirtieron en un susto real

 

Los conflictos legales en torno a Halloween no son hipotéticos: ya han ocurrido en varias jurisdicciones.

  • El caso de “Freddy Krueger” (EE. UU.): varias tiendas de disfraces en línea fueron demandadas por Warner Bros. por vender máscaras y guantes que reproducían al personaje sin autorización. La productora alegó infracción de copyright y competencia desleal.

  • Disney y “Jack Skellington” (Europa y EE. UU.): la compañía ha protegido intensamente los personajes de Pesadilla antes de Navidad. En 2021, algunos pequeños comercios recibieron cartas de cese por comercializar tazas y camisetas con ilustraciones no autorizadas del personaje.

  • Campañas en redes sociales retiradas en España: una agencia de marketing digital tuvo que eliminar un vídeo de Halloween en el que se utilizaba la imagen de “It” (el payaso de Stephen King) como parte de la promoción de un bar temático en Madrid. El uso no autorizado de una obra literaria y cinematográfica provocó la retirada inmediata del contenido.

Estos casos muestran que, incluso en acciones puntuales de marketing, los titulares de derechos están atentos y pueden actuar con rapidez para defender sus activos.

 

Cómo equilibrar creatividad y legalidad

 

Para que tu campaña de Halloween destaque sin correr riesgos, ten en cuenta estas recomendaciones:

  1. Céntrate en lo genérico: calabazas, brujas, murciélagos y fantasmas son de dominio público.
  2. Evita personajes reconocibles: no uses figuras de películas, series o videojuegos sin autorización.
  3. Crea tus propios diseños originales: invertir en ilustraciones propias te da libertad y valor diferencial.
  4. Consulta a un experto en PI: si quieres utilizar un personaje o imagen conocida, asegúrate de contar con licencia o verificar el registro previo.

Conclusión

 

Halloween es una gran oportunidad para conectar con clientes y aportar un toque creativo a tu estrategia de marketing. Sin embargo, la línea entre la inspiración y la infracción puede ser más fina de lo que parece. Apostar por la originalidad y conocer las normas de propiedad intelectual es la mejor forma de celebrar la fiesta sin sorpresas desagradables.

 

El auge del Web3, los NFT y las tecnologías basadas en blockchain ha transformado la manera en que creamos, compartimos y monetizamos contenido digital.

Sin embargo, este nuevo entorno descentralizado también plantea desafíos legales inéditos: ¿cómo proteger una marca, una obra o una identidad comercial cuando todo circula sin fronteras ni intermediarios?

 

Qué entendemos por Web3 y por qué afecta a la propiedad intelectual

 

El término Web3 se refiere a una nueva etapa de internet basada en descentralización, tokenización y propiedad digital directa.

A diferencia del modelo tradicional (Web2), en el que las plataformas controlan los datos y los contenidos, en Web3 los usuarios pueden poseer y transferir activos digitales mediante blockchain.

 

Esto incluye:

  • NFTs (tokens no fungibles): representan obras, productos o identidades únicas.
  • Smart contracts: contratos autoejecutables que gestionan derechos y pagos de manera automática.
  • DAOs (organizaciones autónomas descentralizadas): nuevas estructuras colectivas de gestión empresarial.

Todo este entorno genera nuevos tipos de activos… y por tanto, nuevos riesgos y nuevas formas de infracción.

 

Riesgos legales más frecuentes

 

Aunque la blockchain ofrece trazabilidad, no garantiza automáticamente la titularidad legal. Algunos riesgos comunes:

  • Robo o copia de NFT: subir a una plataforma una obra sin permiso del autor sigue siendo una infracción, aunque esté “tokenizada”.
  • Uso no autorizado de marcas: logos y nombres de empresas aparecen en NFT o metaversos sin autorización.
  • Falsas licencias: smart contracts mal configurados pueden ceder más derechos de los previstos.
  • Jurisdicciones confusas: una infracción en blockchain puede afectar a varios países simultáneamente.

En otras palabras: la tecnología no sustituye al derecho, sino que exige nuevas estrategias de protección.

 

Cómo proteger tu marca y tus activos en el entorno Web3

 

  1. Registro en clases digitales

En el entorno Web3, registrar la marca en clases tradicionales (ropa, cosmética, etc.) puede no cubrir adecuadamente los usos digitales emergentes.

 

Se recomienda añadir:

  • Clase 9: incluye archivos digitales, NFT, software y productos virtuales descargables.
  • Clase 35: abarca servicios comerciales y de publicidad en plataformas virtuales o metaversos.
  • Clase 41: protege contenidos digitales educativos, de entretenimiento o experiencias inmersivas.
  • Clase 42: desarrollo de smart contracts y entornos Web3.

Solicitar protección como marca de la UE si se prevé uso transfronterizo.

Registrar diseños si hay elementos visuales digitales distintivos (skins, avatares, etc.).
Doctrina OEPM (Guía de clasificación): reconoce expresamente estas clases para usos virtuales/NFT.

 

  1. Registro de derechos de autor
    El registro oficial ante el Registro de la Propiedad Intelectual (RPI) en España o, como alternativa privada, Safe Creative, sí tiene valor jurídico superior a una simple prueba blockchain.
  • Blockchain puede servir como prueba de anterioridad o existencia, pero no otorga presunción de autoría ni protección legal automática como el registro RPI.
  • El art. 145 del TRLPI establece que el registro es voluntario, pero en la práctica facilita la prueba en juicio.

  1. Blockchain como herramienta complementaria
    El uso de blockchain como instrumento probatorio o de gestión de derechos es plenamente válido en España:
  • Sellado de tiempo: se usa como evidencia técnica de creación (timestamping).
  • Registro de transferencias/licencias: especialmente útil para activos tokenizados.
  • Garantía de autenticidad: en procesos de minteo de NFT, puede usarse como prueba de origen.

Base legal: Ley 6/2020 (servicios electrónicos de confianza), que reconoce efectos jurídicos al sellado electrónico cualificado.

 

  1. Vigilancia marcaria en entornos digitales
    La vigilancia activa en espacios Web3 es fundamental ante la descentralización y falta de control institucional directo. Las plataformas que mencionas son relevantes:
  • OpenSea, Rarible, Blur: marketplaces NFT donde se han documentado numerosos casos de infracción marcaria.
  • Decentraland, Sandbox: metaversos donde las marcas son usadas en avatares, terrenos o experiencias.
  • Lens, Farcaster: redes sociales basadas en blockchain donde pueden difundirse signos distintivos sin control.

Recomendación: establecer alertas automáticas, usar herramientas de scraping Web3 o contratar servicios especializados de vigilancia digital.


Ejemplos prácticos recientes

  • Hermès vs. MetaBirkin (EE. UU., 2023): un artista creó una colección de NFT inspirada en los icónicos bolsos Birkin de Hermès. El tribunal determinó que estos NFT infringían la marca registrada, ya que podían generar confusión sobre su origen o patrocinio.
  • Sentencia Audiencia Provincial de Barcelona (Sección 15ª), 20-04-2023: Primeros indicios sobre infracción marcaria en entorno digital (uso en NFT y marketplaces).
  • Nike y RTFKT Studios: Nike registró sus zapatillas digitales como NFT y posteriormente adquirió la startup RTFKT, especializada en productos virtuales. Gracias a ello, extendió la protección de su marca a la categoría de bienes digitales y metaversos.
  • Coca-Cola en Decentraland: la compañía lanzó una campaña en el metaverso Decentraland, utilizando NFT y experiencias virtuales para reforzar su identidad de marca. Todo ello acompañado de un control estricto sobre licencias y derechos de uso de sus activos digitales.

 

Estos casos demuestran que las grandes marcas ya están incorporando estrategias de protección de propiedad intelectual dentro del ecosistema Web3.

 

Cómo puede ayudarte Ingenias

 

En Ingenias, asesoramos a empresas, startups y creadores que desean dar el salto al entorno Web3 con seguridad jurídica.

Nuestros servicios incluyen:

  • Registro de marcas y diseños para productos digitales y NFT.
  • Redacción y revisión de licencias y smart contracts.
  • Vigilancia de marcas en plataformas descentralizadas.
  • Consultoría sobre protección de obras digitales y prueba en blockchain.

Conclusión

 

El futuro de la creatividad, la identidad y el comercio pasa por la Web3.

Pero sin una base legal sólida, incluso la innovación más disruptiva puede volverse vulnerable.

Combinar tecnología y derecho es la clave para que la propiedad intelectual siga siendo efectiva también en la nueva era digital.

 

 

 

En Ingenias, ayudamos a las marcas a adaptarse al futuro sin perder su esencia ni su protección.

 

Contáctanos para proteger tu marca en el mundo real y en el metaverso.

 

El crecimiento del social commerce ha transformado la manera en que los consumidores descubren, comparan y adquieren productos. Plataformas como TikTok Shop, Instagram Shopping o Xiaohongshu (RED) integran cada vez más funciones de venta directa, convirtiéndose en auténticos mercados digitales donde la visibilidad y la velocidad marcan la diferencia.

 

Este nuevo ecosistema ofrece oportunidades enormes para las marcas, pero también plantea riesgos jurídicos significativos, especialmente en materia de infracciones marcarias y falsificaciones. El caso de Labubu, uno de los personajes más emblemáticos de la compañía china Pop Mart, ilustra de forma clara los retos y las estrategias necesarias en este entorno.

 

Labubu: un fenómeno global y un blanco de copias

 

Labubu, creado por el ilustrador hongkonés Kasing Lung y comercializado por Pop Mart, es hoy un icono del coleccionismo. Su diseño singular ha conquistado mercados desde Asia hasta Europa, generando comunidades de fans que siguen con pasión cada nuevo lanzamiento.

 

Precisamente esa popularidad lo ha convertido en objetivo de numerosos vendedores no autorizados que aprovechan las plataformas de social commerce para distribuir copias, falsificaciones o productos inspirados en el personaje. Estos artículos circulan con rapidez en marketplaces integrados en redes sociales, donde la inmediatez dificulta la detección de infracciones y confunde a los consumidores sobre la autenticidad del producto.

 

Riesgos principales para las marcas en el social commerce

  1. Falsificaciones masivas y de rápida difusión
    La facilidad de crear tiendas efímeras en TikTok o Instagram permite a los infractores lanzar productos falsos, cerrarlas y reabrir otras en cuestión de días.
  2. Uso indebido de marcas registradas
    Se emplean denominaciones, hashtags o descripciones con la marca oficial para captar tráfico y desviar ventas hacia productos no autorizados.
  3. Competencia desleal y pérdida de confianza
    Los consumidores, al no distinguir fácilmente entre vendedor oficial y tercero, pueden asociar la baja calidad de un producto falso con la marca original.
  4. Dificultades probatorias y de ejecución
    La naturaleza global y descentralizada de estas plataformas complica la identificación de los responsables y retrasa las acciones legales.

Cómo ha actuado Pop Mart en la práctica: el caso Labubu

 

El caso de Labubu es especialmente ilustrativo porque Pop Mart ha desplegado una estrategia integral de protección y defensa de marca frente a la avalancha de imitaciones. Algunas de sus medidas concretas son:

  • Registro amplio y preventivo de derechos
    Pop Mart ha registrado no solo la denominación “Labubu”, sino también los logotipos, elementos figurativos, diseños industriales y la propia forma tridimensional del personaje en múltiples jurisdicciones.
  • Acciones legales contra minoristas
    En Estados Unidos, la compañía interpuso demandas contra cadenas de retail que comercializaban figuras falsas de Labubu, alegando infracción marcaria, copyright y trade dress.
  • Colaboración con aduanas y autoridades
    Pop Mart trabaja estrechamente con autoridades aduaneras para detectar y confiscar falsificaciones en frontera. Según informes recientes, se han incautado millones de unidades de juguetes falsos en el último año.
  • Mecanismos de retirada en plataformas digitales
    A través de los programas de protección de marcas de marketplaces y redes sociales, solicita la eliminación rápida de productos infractores.
  • Refuerzo de la autenticidad del producto
    Los empaques oficiales incluyen sistemas de verificación como códigos QR y etiquetas antifalsificación que permiten al consumidor comprobar la legitimidad del producto.
  • Estrategia de escasez y comunidad
    La comercialización en formato de “blind box”, las ediciones limitadas y la vinculación con fenómenos culturales han convertido a Labubu en un símbolo más allá de lo comercial, dificultando que las falsificaciones reproduzcan la totalidad del valor de marca.

Estrategias de protección: lecciones del caso Labubu

 

De la experiencia de Pop Mart con Labubu se desprenden varias recomendaciones para otras empresas:

  • Anticiparse con registros exhaustivos: cubrir denominaciones, logotipos, diseños y posibles extensiones gráficas.
  • Monitorear de forma activa: rastrear menciones de marca, hashtags y vendedores sospechosos en plataformas de social commerce.
  • Colaborar con las plataformas: aprovechar los programas de protección de marcas para retirar contenidos infractores.
  • Educar al consumidor: reforzar los canales oficiales de venta y destacar los elementos de autenticidad.
  • Actuar jurídicamente de manera estratégica: iniciar acciones legales cuando sea necesario para disuadir a infractores y sentar precedentes.

Conclusión

 

El auge del social commerce ha multiplicado las oportunidades de negocio, pero también ha intensificado los riesgos de infracción de marca. El caso de Labubu y Pop Mart demuestra que la popularidad de un producto conlleva inevitablemente intentos de explotación ilícita en entornos digitales.


La clave para las empresas radica en combinar una estrategia sólida de protección de la propiedad industrial con mecanismos de vigilancia y reacción ágiles en las plataformas sociales. Solo así podrán garantizar que su valor de marca, construido a través de la creatividad, la innovación y la confianza del consumidor, se mantenga protegido en un entorno tan dinámico y competitivo.

 

Registrar una marca es un paso fundamental para proteger la identidad de tu negocio. Sin embargo, muchas empresas creen erróneamente que, una vez registrada, la marca queda protegida “para siempre”. La realidad es distinta: una marca tiene una vigencia limitada y, si no se cumplen ciertos requisitos, puede extinguirse o ser vulnerada por terceros.

 

En este artículo te explicamos cuánto dura el registro de una marca, en qué casos se puede perder y qué estrategias debes seguir para mantenerla segura en el tiempo.

 

¿Cuánto dura el registro de una marca?

 

En España, la Unión Europea y la mayoría de países, la duración inicial de un registro de marca es de 10 años contados desde la fecha de solicitud.

  • Pasados esos 10 años, se puede renovar indefinidamente, en periodos sucesivos de 10 años.
  • Si se te pasa el plazo, existe un periodo de gracia de 6 meses, durante el cual aún puedes renovarla, aunque con un recargo económico.

Ejemplo real: grandes marcas como Coca-Cola o Nike llevan más de un siglo vigentes gracias a un riguroso sistema de renovaciones periódicas.

 

¿En qué casos se puede perder una marca?

 

Aunque la protección inicial sea de 10 años, la validez de una marca no depende únicamente de la renovación. Hay situaciones en las que se puede perder:

  1. Falta de uso real y efectivo:
    Si una marca no se utiliza durante 5 años consecutivos, cualquier tercero puede solicitar su cancelación por falta de uso.
  2. No renovación en plazo:
    Olvidar renovar dentro de los 10 años (o dentro del periodo de gracia) implica la caducidad del derecho.
  3. Uso incorrecto o engañoso:
    Utilizar la marca de manera que pueda inducir a error sobre la naturaleza, calidad o procedencia de los productos puede provocar sanciones o incluso su nulidad.
  4. Vulgarización o conversión en genérica:
    Algunas marcas han perdido su valor distintivo porque se han convertido en el nombre genérico del producto (ej.: “aspirina” en algunos países). Esto ocurre cuando no se ejerce vigilancia activa sobre el uso de la marca.

Cómo proteger tu marca registrada

 

Proteger una marca va mucho más allá de registrarla. Aquí te damos algunas recomendaciones prácticas:

  • Usa tu marca de forma continua y documenta el uso: guarda facturas, catálogos, campañas publicitarias, publicaciones en redes sociales… todos estos materiales son pruebas de uso válidas.
  • Lleva un calendario de renovaciones: contar con alertas de vencimiento te permitirá evitar pérdidas por simples descuidos administrativos.
  • Activa un servicio de vigilancia de marcas: detecta solicitudes de registro similares o usos no autorizados que puedan dañar tu reputación.
  • Gestiona profesionalmente tu cartera de marcas: si tu empresa opera en varios países, contar con asesoría especializada es esencial para coordinar plazos y requisitos locales.

Conclusión

 

Registrar una marca es solo el primer paso de una estrategia de protección sólida. Lo más importante es mantenerla viva, renovada y vigilada frente a riesgos externos.

 

En INGENIAS te ofrecemos un servicio integral de gestión de cartera de marcas, con:

  • Alertas personalizadas de renovación para que nunca pierdas un plazo.
  • Vigilancia legal proactiva para defender tu marca frente a imitadores.
  • Asesoría estratégica para expandir tu protección en España, la UE y a nivel internacional.

¿Quieres asegurarte de que tu marca nunca caduque?


Visítanos en nuestra web y descubre cómo podemos ayudarte a proteger el activo más valioso de tu negocio: tu identidad de marca.

 

En un mundo cada vez más globalizado, muchas empresas buscan que sus marcas transmitan modernidad, internacionalización y diferenciación. Por eso es frecuente encontrar marcas que utilizan palabras extranjeras: en inglés, francés, japonés o incluso en chino.

 

Pero surge la duda: ¿es legal registrar una marca con una palabra en otro idioma? ¿Y qué ocurre si ese término ya existe en el mercado al que quiero expandirme?

 

La respuesta es sí… pero con matices.

 

Es posible, pero hay limitaciones

 

Registrar una marca con una palabra en otro idioma es completamente viable desde el punto de vista legal, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Los problemas suelen aparecer en tres escenarios principales:

  1. La palabra ya está registrada en el país de destino
    Aunque en tu país de origen no exista conflicto, la marca podría estar registrada en otro mercado. Si quieres expandirte, ese registro previo puede bloquearte.
  2. Es un término descriptivo o genérico en el idioma local
    Una palabra en inglés como “Beauty Cream” o en francés como “Parfum” no será aceptada en la UE porque describe directamente el producto, careciendo de distintividad.
  3. Connotaciones culturales o lingüísticas negativas
    Una marca puede sonar bien en un idioma, pero tener un doble sentido problemático en otro. Esto no solo complica el registro, sino que puede generar un impacto reputacional.

 

Caso conocido: Burger King en Australia

 

Uno de los ejemplos más célebres es el de Burger King.
Cuando la cadena de comida rápida estadounidense quiso expandirse a Australia, descubrió que la marca “Burger King” ya estaba registrada en ese país por una pequeña empresa local.

 

La compañía se vio obligada a buscar una alternativa y, tras consultar con su franquiciado australiano, eligieron el nombre Hungry Jack’s, que hoy en día es la marca bajo la que Burger King opera en Australia.

 

Este caso demuestra cómo un registro previo puede condicionar toda una estrategia de marca a nivel internacional.

 

¿Qué recomienda INGENIAS?

 

Antes de registrar una marca con una palabra extranjera, recomendamos:

  • Analizar el significado y las connotaciones culturales del término en cada país clave.
  • Realizar búsquedas internacionales previas para evitar conflictos con registros existentes.
  • Evaluar la pronunciación y percepción: que no resulte confusa, difícil de recordar o con resonancias negativas.
  • Comprobar si es descriptiva, genérica u ofensiva en el mercado de destino.

     

Conclusión

 

Una palabra extranjera puede dar un aire internacional y atractivo a tu marca, pero también puede convertirse en un obstáculo legal o cultural si no se gestiona con cuidado.

 

En INGENIAS te acompañamos en todo el proceso: desde la búsqueda internacional hasta el análisis lingüístico y legal en cada mercado, para garantizar que tu marca esté protegida y preparada para crecer globalmente.